En el centro del campo, Busquets, Rodri, Koke, Pedri, Gavi y Marcos Llorente. El extremo del United se da la vuelta y envía un centro que es desviado al tiro de esquina. A día de hoy, el central del Barcelona, dueño de 103 partidos con la selección, campeón del Mundial 2010 y de la Eurocopa 2012, que dejó por voluntad propia el equipo tras la catástrofe del Mundial de Rusia (2018), tiene en mente jugar el Mundial. «Ojalá aparecieran ahora tres jugadores increíbles y me lo pusieran más difícil, como seleccionador yo encantado, pero insisto, no tenéis más que analizar las últimas convocatorias», volvía a insistir el técnico, que ha construido una selección de autor y, tras años de búsqueda, ha encontrado la base, amplia, de su proyecto, nunca cerrado a retoques o apariciones estelares como las que protagonizaron en su día Pedri y Gavi, hoy fijos.
Y para las tres posiciones de arriba, Ferran Torres, Dani Olmo, Sarabia, Yeremi Pino y Álvaro Morata. Nacido en Hortaleza (Madrid) el 28 de julio de 1938, Luis Aragonés Suárez fichó por los rojiblancos el 7 de abril de 1964, apenas tres semanas después de que fuese proclamado presidente Vicente Calderón. Steven Gerrard acudió (así de incómodo como le vemos en la imagen) al certamen cinematográfico de la Costa Azul para apoyar a su amigo, nacido en Liverpool como él, Neil Fitzmaurice, que presentaba en mayo de 2011 la comedia Charly Noades RIP.
No en vano, fue en el Atlético de Madrid donde desarrolló la mayor parte de su carrera, tanto de jugador como de entrenador. Sin embargo, el ecosistema que se ha creado en la selección, con la capitanía tranquila de Busquets, con un grupo de jóvenes sin vicios adquiridos, tutelados por unos veteranos que se saben a la sombra del entrenador y no rechistan por ello, está funcionando ahora tan bien que, dentro de la Federación, la mayoría duda de que el técnico meta ahí a un veterano con tanto peso como Piqué.
Al contrario. Mejora. Es como si Arquímedes y Leonardo se encontraran en mitad de un campo de fútbol. El entrenador Luis Aragonés, ex seleccionador nacional, que falleció a las 6.15 de esta mañana en la clínica Cemtro de Madrid los 75 años de edad, víctima de una leucemia, es el gran conductor de una honda transformación del fútbol español, que tornó en 2008, bajo sus órdenes, una historia de desencantos en un presente y futuro de grandes triunfos. De Paula todavía recuerda el partido en que Pedro Porro entró de cabeza en el radar del fútbol español.
El diluvio lo paró un poco el United con un remate alto de Cristiano en un córner y un balón que casi se mete en propia meta Alberto Moreno al interceptar un pase de Pogba, pero el Villarreal siguió en busca del gol, para toparse una y otra vez con De Gea. Remate rechazado de Andrew Robertson (Liverpool) remate con la izquierda desde el lado izquierdo del interior del área.
Y, efectivamente, aunque comenzó llamando a muchísimos jugadores (en total, y sólo desde su regreso, en noviembre de 2019, ha utilizado a 55), lo cierto es que, desde la Eurocopa, se observa muy claramente una base que alcanza al 90% del grupo. La presentación fue la ocasión para que el portugués revelara algunos detalles de su discreta vida en Italia que, al igual que durante su anterior etapa en el Real Madrid, intenta mantener lo más alejada posible del interés mediático. Luka Jovic ha dado positivo en coronavirus después del parón de selecciones en el que jugó con Serbia.
Motivo por el que el combinado alemán tuvo actuaciones tan pobres, y era superada constantemente por los demás combinados mundiales. Luis fue el artífice de una transformación histórica, de una radical mutación que convirtió a un combinado acostumbrado a perder, y en el que la barrera de los cuartos parecía insuperable, en un equipo campeón. Miguel Ángel Ruíz, a las órdenes de Aragonés desde 1982 hasta 1987. «Es difícil que la opinión sobre un entrenador sea unánime. Es difícil que todo el mundo hable lo mismo, y con Luis ocurre. Porque Luis es un entrenador que llega al grupo, que saca de uno lo máximo y cuya su sola presencia transmite algo», afirma Ruíz.